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Almuñécar y los Visigodos

Almuñécar y los Visigodos

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Aunque no es la época más esplendorosa, y el legado de los Visigodos no sea tan evidente como otros pueblos de la antigüedad o la Edad Media que pasaron por aquí, no los podemos dejar de lado, por eso Discover Almuñécar te descubre el legado del pueblo visigodo en Almuñécar y La Herradura.

Tras el deterioro y posterior caída del Imperio Romano a partir del siglo V d.C., distintos pueblos del Norte de Europa, especialmente los germánicos fueron avanzando hacia el sur. Entre estos pueblos a la Hispania Romana llegaron los visigodos. Concretamente sobre el año 456 este pueblo emergió como la potencia dominante y se expandieron por toda la Península Ibérica. Aunque con la larga lista de reyes visigodos (Alarico, Ataulfo, Recaredo, Chindasvinto, Recesvinto, Leovigildo, y un largo etcétera) todos ellos mantuvieron el legado romano muy vivo, adoptando sus instituciones y la cultura y el idioma en general. Si bien es cierto, que la economía acabó colapsando, y concretamente en Almuñécar la industria de la salazón y la producción de garum sufrió un rápido declive.

Por otro lado, los obispos católicos fueron fuertes rivales de los reyes durante los dos siglos de dominio de la cultura visigoda.

El único vestigio que queda en la Costa del Sol Tropical del paso de los visigodos por aquí es La Bóveda Visigoda de Jate. Que se encuentra camuflado entre algunas edificaciones cortijeras en uno de los caminos que lleva a Peña Escrita, aunque es confundido con una construcción árabe, pero está datada de entre los siglos VI a VIII d.C., si bien durante la Edad Media y bajo el dominio musulmán esta construcción sirvió como farmacia.

Dicha construcción ha intentado ser adquirido en varias ocasiones por el Ayuntamiento de Almuñécar para su restauración, ya que en la actualidad presenta un aspecto un tanto dejado, lo cual le da aún más carácter místico, situado en un valle junto al nacimiento del río Jate muy cerca del núcleo de población de La Herradura.

Se trata de un edificio de planta rectangular, culminado con una bóveda de medio cañón, con unas dimensiones aproximadas de doce metros de largo por diez de ancho. Rodeada de varios contrafuertes para aguantar su peso, todo ello de estilo bizantino propio de los siglos V a VII.

Como ya hemos señalado se cree que en época árabe fue usado como dispensario de medicamentos y plantas medicinales. También fue utilizado como casa de campo, y en la actualidad se encuentra en situación de abandono a pesar de los intentos del Ayuntamiento por adquirirla y restaurarla y su uso es casi exclusivo para el ganado o como establo.

Aún así, desde Discover Almuñécar te animamos a hagas la excursión al nacimiento del río Jate y descubras esta maravilla arquitectónica visigoda

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