Los acantilados de Maro-Cerro Gordo son un paraje natural, en el extremo occidental de la costa de la provincia de Granada, que siguen una estrecha franja de unos doce kilómetros paralelos a la línea de la costa desde Almuñécar hasta Nerja, pasando por la Herradura, que además penetra una milla en el interior del mar.
Está formado por una serie de acantilados y calas, de hasta una altura de 325 metros y 250 de desnivel, formados por estribaciones de las Sierras de Tejada, Almijara y Alhama, erosionados por los efectos de las olas del mar Mediterráneo.
La extensión total del Paraje Natural son 395 hectáreas terrestres y 1.415 marinas. En el destacan las playas de Las Alberquillas, la Cala del Cañuelo (ambas en la provincia de Málaga) y la de Cantarriján, playa naturista por excelencia de la Costa del Sol Tropical en la provincia de Granada.
También hay distintas rutas de senderismo, y desde la playa se pueden observar cabras montesas.
Las playas de Cantarriján y el Cañuelo están separadas por los escarpes de la Torre del Pino, el Peñón del Fraile, el Cerro de la Caleta y Cerro Gordo. Aunque entre los cerros hay senderos que unen las dos playas.
Los acantilados de Maro-Cerro Gordo fueron declarados espacio natural en el año 1.989 y además por su relevancia también tiene por las Naciones Unidas la consideración de ZEPIM (Zona de Especial Importancia para el Mediterráneo), por ello el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales del Paraje Natural establece una normativa especial en cuanto a la navegación y la prohibición de la pesca en la zona.
En cuanto a la vegetación que podemos encontrar es la típica del Mediterráneo, con muchos pinos piñoneros, arrayanes, romero marítimo, tomillo, lavanda, albaidas, palmitos y lentiscos entre otras.
En la mencionada playa de la Alberquilla hay una curiosa vegetación psammófila, de la que podemos destacar la barrilla espinosa y la oruga de mar.
También bajo las aguas de la playa del Cañuelo hay coral anaranjado o coral estrellado, que habita en zonas rocosas donde apenas hay luz del sol.
Por otro lado, en los escarpes cerca de la Torre del Pino, encontramos en abundancia algunas especies típicas de la costa como pueden ser el asterisco amarillo, el hinojo marítimo, el matagallos y el espliego.
Bajo el agua del mar hay que destacar que podemos observar tres de las cuatro especies de fanerógamas marinas presentes en el litoral andaluz: Cymodocea nodosa, Posidonia oceanica y Zoostera marina.
En cuanto a la fauna, destacan la mariposa bajá de dos colas entre los insectos. Entre los réptiles, el camaleón “dragón andaluz” que está en peligro de extinción. De los mamíferos que habitan en la zona hay que destacar el erizo moruno, la gineta y las ya nombradas cabras montesas.
Y en el agua del mar encontramos cangrejos, tomates marinos y mejillones.
Y por último volando entre los acantilados y el mar hay una gran variedad de aves como las gaviotas patiamarillas, cernícalos y halcones peregrinos, pero también charranes, petirrojos, pinzones…
Invitamos a todos los visitantes de Almuñécar y La Herradura a hacer turismo ecológico, siempre respetando la naturaleza, desde el mar o por la tierra.
Porque podemos acceder a los acantilados en kayak desde la playa de La Herradura, además hay unas cuantas empresas que desde allí organizan excursiones en este medio para visitar las cuevas marinas y también a este lugar vienen buzos desde toda Europa para contemplar los espectaculares fondos marinos; como por tierra por los senderos señalizados o simplemente disfrutar de playas vírgenes a las que en verano se accede mediante un bus lanzadera.
Pero eso no es todo, aún hay más, porque en el área protegida encontramos varias torres vigías del siglo XVI, que servían para proteger la costa de los ataques de los piratas berberiscos.
Y la playa de Cantarriján es un lugar espectacular para disfrutar en las noches de verano de la lluvia de las perseidas o lágrimas de San Lorenzo.