La puesta en escena de más de una docena de artistas, entre baile, cante y guitarra, hizo las delicias de todos con un abanico de estilo de cantes que fueron desde la rondeña hasta las cantiñas, pasando por seguiriya, tonás, malagueña, soleá e incluso una saeta. Todo ello, a lo largo de hora y cuarto de espectáculo