El mercadillo de los viernes en Almuñécar es una de las citas más esperadas tanto por vecinos como por turistas que buscan qué hacer en Almuñécar durante su estancia en la Costa Tropical de Granada. Sus orígenes se remontan a hace varias décadas, cuando agricultores y comerciantes de la zona se reunían en la explanada junto al estadio municipal para intercambiar productos frescos y artesanales. Con el paso del tiempo, este mercado semanal se consolidó como un referente del comercio local y hoy continúa siendo un espacio donde se mezclan tradición, cultura y modernidad.
El mercadillo es un verdadero escaparate de artesanía andaluza y artículos únicos. Entre sus puestos destacan las cerámicas decorativas, bolsos de piel, cestería, bisutería hecha a mano y ropa boho muy popular entre los visitantes. También abundan los textiles para el hogar, juguetes y decoración, lo que lo convierte en un lugar ideal para comprar recuerdos y regalos.
Los precios competitivos hacen que sea una alternativa muy atractiva a los centros comerciales. Además, la experiencia de recorrer los pasillos, regatear y charlar con los comerciantes añade un valor que va más allá de la simple compra. Este ambiente cercano y auténtico lo distingue de otros mercados de Andalucía como el de Nerja o el de Motril, manteniendo la esencia especial del mercadillo de Almuñécar.
Si algo caracteriza a este mercado son los productos de alimentación de proximidad. En los puestos encontrarás las frutas tropicales que hacen famosa a la Costa Tropical de Granada, como la chirimoya de Almuñécar (con DOP), el mango, el aguacate y el níspero. Estos alimentos son cultivados a escasos kilómetros, lo que garantiza frescura y calidad.
También hay verduras de temporada, pan casero, miel de la sierra, aceitunas aliñadas de forma tradicional y repostería típica como roscos o tortas de anís. Para los amantes del queso, los quesos de cabra de la Alpujarra son un imprescindible, al igual que los embutidos caseros (morcilla, chorizo, salchichón). En el apartado marinero no faltan los salazones como el boquerón o la mojama, herencia de la tradición pesquera local.
Este mercadillo es, por tanto, un reflejo de la gastronomía granadina y del concepto de “kilómetro cero”. Si quieres ampliar información sobre estos productos locales, puedes visitar la web de Turismo Andaluz.
Más allá de la alimentación y la artesanía, el mercadillo también es perfecto para quienes buscan moda y detalles para el hogar. Ropa, calzado, accesorios y complementos de temporada conviven en un espacio lleno de vida, donde se mezclan culturas y generaciones.
La experiencia no se limita a la compra: conversar con los comerciantes, aprender curiosidades sobre los productos y dejarse llevar por el ambiente convierte la visita en algo auténtico. No es raro que los viajeros que visitan el mercadillo de los viernes en Almuñécar lo consideren una de las actividades más recomendadas en portales como TripAdvisor.
Para los emprendedores, el mercadillo es también una oportunidad de negocio. El Ayuntamiento de Almuñécar gestiona los permisos para montar un puesto, exigiendo una solicitud oficial, el alta fiscal y, en caso de alimentos, documentación sanitaria.
Toda la información puede consultarse en la Oficina de Comercio y Mercados, o directamente en la web del Ayuntamiento de Almuñécar. Participar en el mercadillo no solo permite dar visibilidad a tu negocio, sino también conectar con clientes locales e internacionales en un entorno privilegiado.
El mercadillo se celebra los viernes por la mañana en la explanada del Estadio Municipal Francisco Bonet, en la Avenida Amelia Sánchez de Alcázar. La ubicación exacta se puede consultar en Google Maps.
Tras las compras, nada mejor que relajarse en alguno de los bares de la zona para disfrutar de una tapa o un café. Así, visitar el mercadillo de los viernes en Almuñécar no solo es una actividad comercial, sino una experiencia cultural y turística imprescindible para quienes desean conocer la esencia auténtica de la Costa Tropical.