Pequeña muestra de la obra Los Suplicantes de Silvia Zarco, representada en el Festival de Teatro Grecolatino de Almuñécar 2022.

Las Suplicantes es la desgarradora historia de un encuentro entre dos generaciones de mujeres
golpeadas y unidas por la tragedia.
Jóvenes de Oriente, escapando de sus bodas forzadas, reclaman asilo político a las costas de una
Europa que duda si el conflicto humanitario es o no su problema, su lucha…
La guerra sacudirá más tarde la misma zona de conflicto, en la quelas Madres de
Occidente acogieron a las refugiadas.
Ellas buscan ahora los cuerpos de sus hijos, caídos en batalla, suplican que les devuelvan a los
muertos, para poderlos llorar con dignidad.
La tragedia con nombre plural femenino late en el presente. Lideran la lucha las mujeres, pero a su
lado, muy cerca, los hombres de labios libres. La catarsis será colectiva o no será.
Las Suplicantes es una fusión de dos tragedias griegas escritas hace 26 siglos , en la que dos grupos
de mujeres ya suplicaban el derecho a decidir sobre sus cuerpos, el derecho de asilo y el derecho
a recuperar a los muertos desaparecidos.
Demandas que hoy vergonzosamente debemos seguir exigiendo.
En un ejercicio de necesaria sororidad, Las Suplicantes llegan para reencontrarnos como seres
humanos, valorando el legado de los textos clásicos como un grito que nos interpela y que nos
exige como humanidad la decencia de reaccionar contra la injusticia.

Edipo
Teatro del Temple lleva a cabo con la producción de Edipo su 50 (quincuagésimo) espectáculo.
Es un número redondo y quizás por ello un buen motivo para mirar a los orígenes del teatro.
La dramaturgia grecolatina no había entrado hasta ahora en la trayectoria de la compañía,
teniendo grandes hitos en otro tipo de clásicos, tanto del siglo de oro como del siglo XX.
Es un buen momento pues para mirar al origen y hacer de Edipo otro de espectáculo en las
esencias del Teatro del Temple que busca en los clásicos una forma de reflexionar sobre el
presente. Porque vemos en la obra de Sófocles no solo una apuesta esencial en lo teatral, sino
que descubrimos en ella, pese a las distancias temporales, una forma de hablar de lo que nos
ocurre hoy en día y no solo porque la obra parte de una sociedad acosada por una epidemia
sino también porque Edipo es una profunda reflexión sobre, las responsabilidades y lo que
queremos y lo que no queremos ver, lo que asumimos y lo que no queremos asumir.
Teatro del Temple, cuyo equipo estable son Carlos Martín, Alfonso Plou y María López Insausti,
nace en 1994. Desde entonces ha producido 49 espectáculos, consolidando un equipo humano
y un sello artístico. Ha estado presente en toda la geografía nacional y en numerosos teatros y
festivales internacionales. Sus piezas combinan la dramaturgia propia (con obras sobre Goya,
Buñuel, Picasso o los hermanos Machado) con la puesta en escena de autores
contemporáneos (Gabi Ochoa, Luis Araújo, Antonio Orejudo o Jordi Galcerán entre otros). Sin
olvidar el repertorio universal (de Shakespeare a Lope y de Lorca a Valle-Inclán).
Con ellas ha conseguido importantes premios, como el Premio Max al Mejor Espectáculo
Revelación por Picasso Adora la Maar y cuatro nominaciones más, por otros tantos
espectáculos. Destacan entre otros muchos de sus trabajos la puesta en escena de: Los
Hermanos Machado, Don Quijote somos todos; La vida es sueño; Transición; Luces de
Bohemia; Vidas enterradas; Ventajas de viajar en tren; Buñuel, Lorca y Dalí; Macbeth y Lady
Macbeth; Goya; Rey Sancho… Teatro del Temple ha trabajado paralelamente en la preparación
de diferentes eventos.
Desde la dirección y diseño escénico de giras para Bunbury o Loquillo al trabajo con compañías
de danza como las de Erre que Erre, Roberto Oliván, Rafael Amargo y Miguel Ángel Berna.
Como Temple Audiovisuales se han realizado varias producciones audiovisuales, spots y
cortometrajes, entre los que destaca Meninos do Rio, nominado a los Goya 2015 y el
documental El precio de la risa. Desde septiembre del año 2012 cogestiona el Teatro de las
Esquinas.
Sinopsis
Edipo es el gobernante de una ciudad asolada por una epidemia. Los augures del lugar
predicen que no terminará la enfermedad hasta que se resuelva el asesinato del anterior
mandatario: Layo. Edipo se pone al frente de la investigación de un crimen que seguía sin
resolverse y los diferentes testigos y pistas acaban trayendo la verdad de los hechos: Fue
Edipo, sin saberlo, quien mató a Layo, resultando además ser su padre y Yocasta, su actual
mujer, es en realidad su madre. Esta terrible noticia conducirá a Yocasta al suicidio y a Edipo a
cegar sus ojos, incapaz de soportar la visión de su destino y asumiendo el destierro como
condena.