Se trata de una de las principales plazas de la ciudad de Almuñécar, y toma su nombre del príncipe Omeya de Damasco Abderramán I que desembarcó justo aquí en el año 755 de nuestra era, proveniente de Gibraltar tras escapar de la matanza que sufrió su familia a manos de sus enemigos los Abasidas en el año 750.
Y seguidamente, tras su llegada a Almuñécar se dirigió a Córdoba y creó el primer califato independiente, y también es el primer artífice de la construcción de la internacionalmente conocida Mezquita de Córdoba.
En la actualidad tenemos que destacar que esta plaza es un centro neurálgico de la actividad de la ciudad, sobre todo durante los meses de verano.
Porque además durante esta época, que es la de mayor afluencia de turismo, se instalan en ella cada día tenderetes y tiendas ambulantes de todo tipo de artículos baratos, como por ejemplo: joyas, bufandas, música, ropa, baratijas, etc.
Por eso es el lugar perfecto para adquirir algún recuerdo de su estancia si es que está aquí de vacaciones, o para tener algún detalle con alguna persona querida.
Pero en la plaza de Abderramán I también hay lugar para los comercios, los bares y los restaurantes para poder disfrutar en el lugar de una agradable cena con sus vistas a los Peñones del Santo, la playa y la gran estatua de Abderramán I, que es una obra de arte expuesta para el disfrute de todos, tanto habitantes como visitantes.
También frente a la plaza hay una gran joyería artesanal situada en el lado opuesto de la calle. Muchos artistas locales venden su trabajo allí.
Pero no solo de día está la plaza muy animada ya que hay que destacar también que, por la noche, especialmente en época estival, todo el lugar siempre está lleno de gente, porque además de los restaurantes ya nombrados, es un lugar de encuentro y siempre hay muchos turistas caminando arriba y abajo hasta bien entrada la noche.
También coincide que esta plaza es la confluencia de los paseos marítimos, lo que aumenta el flujo de personas, y que el llamado nuevo Paseo, que es el que está en el lado opuesto del Peñón tiene una gran cantidad bares y clubes, donde vienen a divertirse muchos visitantes ya no solo de Almuñécar sino de toda la Costa del Sol y Tropical.
Por otro lado, también tenemos que señalar ya que no puede pasar desapercibida, que justo en frente de la plaza, y a los pies de los Peñones del Santo encontramos la espectacular e imponente estatua de casi cinco metros de altura, del príncipe Omeya que da nombre a toda la plaza.
Esta estatua es un homenaje que le rinde la ciudad de Almuñécar a Abderramán I, y la misma está realizada en bronce fundido, cincelado y patinado, obra del escultor Miguel Moreno, escultor contemporáneo granadino, del que podemos admirar muchas de sus majestuosas obras a lo largo de toda la provincia de Granada, y en especial en Almuñécar y la Herradura, aunque concretamente esta fue la primera obra de este escultor en esta ciudad.
Este monumento se erigió en el año 1.984 coincidiendo con la celebración del primer Encuentro Hispano Árabe de la ciudad.