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Historia de Almuñécar

Conoce la historia de Almuñécar

Los Romanos

Tras la fundación de la ciudad y la estancia de los fenicios en ella, estos entraron en conflicto con otro de los grandes pueblos del Mediterráneo de aquella época, Cartago. Aunque la hegemonía de los cartagineses no duró mucho, ya que pronto el Imperio Romano impondría su estatus en todo en el Mare Nostrum, y por lo tanto también en la ciudad sexitana. Y tras la Segunda Guerra Púnica, la ciudad fue conquistada por Roma a finales del siglo III a.C. Y sobre el año 49 también antes de Cristo, fue rebautizada como Firmum Iulium Sexi, por el apoyo mostrado a Cayo Julio César en la batalla de Munda contra Pompeyo, dentro de la guerra Civil que se sufrió en esa época dentro del seno del Imperio Romano.

Por eso, Discover Almuñecar te presenta en esta ocasión la huella que dejó el Imperio Romano en Almuñécar porque, aunque es evidente que la cultura que más aportó a la Historia de esta ciudad fueron los musulmanes a lo largo de toda la Edad Media, no podemos obviar el importante impacto que fue la romanización en toda la Península Ibérica y por ende también en la actual Costa del Sol Tropical, y en concreto en Almuñécar y La Herradura.

Cuando a finales del siglo III antes de Cristo llegan los romanos a Sexi, descubren una importante ciudad a orillas del Mare Nostrum (Mediterráneo), perfectamente estructurada y con una economía basada en la elaboración y exportación de salazón de pescado; además de la fabricación del apreciado garum, Sexi en aquella época disponía de moneda propia. Pero aún así, los romanos construirán teatros, templos dedicados a sus dioses y un acueducto que parcialmente aún se conserva y utiliza.

Además, la Fábrica Fenicia de Salazón de Pescado con la llegada de este nuevo pueblo aumentó su producción, ya que el garum era muy codiciado por los paladares más exigentes de los patricios y emperadores romanos, por lo que la fábrica y su producto estrella disfrutaron de un gran esplendor. Siendo también un sabor esencial en la cocina de todos los rincones del Imperio, desde Finisterre hasta Alejandría.

El garum o garo, palabra que deriva de la griega “garon”, era una salsa de pescado, elaborada con las vísceras fermentadas de estos animales. En la Antigua Roma se utilizaba principalmente para condimentar una gran cantidad de comidas, como ya hemos indicado, aunque también tenía usos en medicina, cosmética y hasta afrodisíaco. Podríamos hacer una semejanza del garum a como hoy se utiliza en la cocina asiática la salsa de soja.

En la actualidad, en el Parque del Majuelo podemos observar una parte de los restos de la Fábrica de Salazón de Pescado, que tanto prestigio le dio en su momento a la ciudad. Estos restos fueron hallados y desenterrados a lo largo de varias excavaciones que se llevaron a cabo durante los años 70 y 80 del pasado siglo XX.
También hay que destacar en la aportación que hizo Roma, el sistema de carreteras, puentes, acueductos e incluso las bases del sistema legal, y por supuesto su idioma, el latín que aunque en la actualidad es una lengua muerta, no es menos cierto que tanto el castellano, que es el una de los idiomas más hablados en el mundo (como todos los demás derivados del latín) se los debemos a ellos.
Aunque como ya hemos mencionado, la cultura que más huella ha dejado en la actual Almuñécar, fueron los musulmanes en la Edad Media, aún hoy podemos deleitarnos con algunas de las obras que dejó el pueblo romano para la posteridad en la ciudad más antigua del Mediterráneo español. Además de los ya nombrados: acueducto de Torrecuevas y la fábrica de salazón, podemos disfrutar de los Columbarios de La Alabina y la Torre Monje, o la Cueva de los Siete Palacios, que ahora es la sede del Museo Arqueológico de Almuñécar.

No esperes a que te lo cuenten, visita Almuñécar y La Herradura y descubre cada rincón y cada secreto escondido con Discover Almuñécar.

Los Visigodos

Aunque no es la época más esplendorosa, y el legado de los Visigodos no sea tan evidente como otros pueblos de la antigüedad o la Edad Media que pasaron por aquí, no los podemos dejar de lado, por eso Discover Almuñécar te descubre el legado del pueblo visigodo en Almuñécar y La Herradura.

Tras el deterioro y posterior caída del Imperio Romano a partir del siglo V d.C., distintos pueblos del Norte de Europa, especialmente los germánicos fueron avanzando hacia el sur. Entre estos pueblos a la Hispania Romana llegaron los visigodos. Concretamente sobre el año 456 este pueblo emergió como la potencia dominante y se expandieron por toda la Península Ibérica. Aunque con la larga lista de reyes visigodos (Alarico, Ataulfo, Recaredo, Chindasvinto, Recesvinto, Leovigildo, y un largo etcétera) todos ellos mantuvieron el legado romano muy vivo, adoptando sus instituciones y la cultura y el idioma en general. Si bien es cierto, que la economía acabó colapsando, y concretamente en Almuñécar la industria de la salazón y la producción de garum sufrió un rápido declive.

Por otro lado, los obispos católicos fueron fuertes rivales de los reyes durante los dos siglos de dominio de la cultura visigoda.

El único vestigio que queda en la Costa del Sol Tropical del paso de los visigodos por aquí es La Bóveda Visigoda de Jate. Que se encuentra camuflado entre algunas edificaciones cortijeras en uno de los caminos que lleva a Peña Escrita, aunque es confundido con una construcción árabe, pero está datada de entre los siglos VI a VIII d.C., si bien durante la Edad Media y bajo el dominio musulmán esta construcción sirvió como farmacia.

Dicha construcción ha intentado ser adquirido en varias ocasiones por el Ayuntamiento de Almuñécar para su restauración, ya que en la actualidad presenta un aspecto un tanto dejado, lo cual le da aún más carácter místico, situado en un valle junto al nacimiento del río Jate muy cerca del núcleo de población de La Herradura.

Se trata de un edificio de planta rectangular, culminado con una bóveda de medio cañón, con unas dimensiones aproximadas de doce metros de largo por diez de ancho. Rodeada de varios contrafuertes para aguantar su peso, todo ello de estilo bizantino propio de los siglos V a VII.

Como ya hemos señalado se cree que en época árabe fue usado como dispensario de medicamentos y plantas medicinales. También fue utilizado como casa de campo, y en la actualidad se encuentra en situación de abandono a pesar de los intentos del Ayuntamiento por adquirirla y restaurarla y su uso es casi exclusivo para el ganado o como establo.

Aún así, desde Discover Almuñécar te animamos a hagas la excursión al nacimiento del río Jate y descubras esta maravilla arquitectónica visigoda.

Edad Media

Aunque la ciudad sexitana tiene una larga historia que comenzó 1.500 años antes de Cristo, sin lugar a duda la época de la Edad Media fue la que más huella ha dejado en el municipio, por ello Descubre Almuñecar te presenta en este post la Historia de Almuñécar durante la Edad Media.

La llegada de los musulmanes en el año 711 a la Península Ibérica es un hecho clave en la Historia de toda España, y concretamente en Almuñécar en el verano del año 755 después de Cristo, desembarcó en sus costas procedente de la capital de Siria (Damasco) el príncipe Omeya Abderramán I, el cual tiene un gran monumento y una plaza dedicada a él junto a los Peñones del Santo, a la falda del principal castillo de la localidad sexitana, el castillo de San Miguel, el cual aconsejamos su visita a todos los visitantes ya que se encuentra perfectamente conservado, además desde allí tendremos unas vistas inmejorables de toda la costa granadina y también alberga un museo en su interior.

Abderramán I tras desembarcar en Almuñécar fundó al año siguiente el Emirato Independiente de Córdoba, siendo una de las figuras más importantes de la Edad Media en la Península Ibérica.

También fue en esa época cuando la ciudad sexitana cambiaría su denominación para tomar su actual nombre de Almuñécar derivado del árabe por supuesto, حصن المنكّر (ḥiṣn al-Munakkar), que significa “fortaleza flanqueada o rodeada (de montañas)”.

Durante los ocho siglos de esplendor que duró el dominio musulmán de Almuñécar, hasta el año 1.489, que los Reyes Católicos Reconquistaron la población, la ciudad más antigua del Mediterráneo español perteneció a la cora de Elvira, convirtiéndose en el punto más fuerte de la costa. Y a partir del siglo XI ya se habla de la ciudad de Almuñécar, siendo un importante centro estratégico militarmente y económico, ya que en la ciudad se producían plátanos, pasas, caña de azúcar y cereales, gracias a su privilegiado microclima subtropical, además de todo tipo de frutos, y también ser un puerto de pesca excepcional en aquella época. Por ello la ciudad ofrecía todo tipo de servicios, y disponía de una mezquita mayor, mercados, barrios extramuros, arrabales y un importante puerto pesquero.

Posteriormente, Almuñécar se consolidó como la ciudad más importante de la costa del Reino de Granada, cuando Al-Andalus (se conoce como Al-Andalus, todo el territorio de la Península Ibérica dominado por los musulmanes) se dividió en los Reinos de Taifas, quedando enmarcada dentro del que a la postre sería el último bastión musulmán de la Península Ibérica, el Reino Nazarí de Granada.

También es herencia musulmana todo el casco antiguo de Almuñécar, que mantiene su trama urbana con estrechas calles encrucijadas, en una intrincada red, suelos empedrados y casas de una o dos plantas encaladas de color blanco que le dan una apariencia característica, típica andaluza, declarado Bien de Interés Cultural, en torno a la fortaleza de San Miguel. En este barrio los visitantes podrán deleitarse con patios llenos de flores y rincones inolvidables.

También de la época medieval podemos encontrar varias atalayas que han servido a lo largo de la historia, para crear una red de comunicación entre fortalezas y para rechazar ataques de los piratas berberiscos.

Pero todo esto no es todo, porque en varias ocasiones en los últimos años en distintas excavaciones por obras tanto públicas como privadas, han ido apareciendo más restos arqueológicos, tanto medievales como de otras épocas como ocurrió en abril de 2.021 cuando se descubrieron algunos restos arqueológicos del siglo XV mientras se acondicionaba un local comercial de la Joyería Torres en la plaza de la Constitución de la ciudad sexitana.
Por todo ello, y muchas más sorpresas que descubrirás cuando vengas, Descubre Almuñécar te aconseja que hagas una tranquila visita a Almuñécar y La Herradura, para sumergirte de lleno en la historia medieval de la ciudad y sentirte como un auténtico emir en pleno siglo XXI.

La Edad Moderna de Almuñécar, siglo XVI

Almuñécar fue Reconquistada por los Reyes Católicos en el año 1.489, algo más de dos años antes que cayese definitivamente la ciudad de Granada, capital del Reino del mismo nombre que era el último bastión musulmán de la Península Ibérica. Poniendo así punto y seguido a la época más esplendorosa de la ciudad sexitana.
Por eso hoy Descubre Almuñécar presenta a sus lectores y a los visitantes de Almuñécar y La Herradura, la Almuñécar Cristiana del siglo XVI.

Porque la ciudad sexitana durante este siglo, deja atrás la Edad Media para sumergirse de lleno en la Edad Moderna, ya que Almuñécar y La Herradura siguen siendo un punto fuerte y estratégico, desde donde la nueva administración cristiano-castellana proyecta su acción sobre el resto del antiguo Reino de Granada.

La entrada en Granada por los Reyes Católicos fue un acontecimiento finalmente pacífico, tras más de diez años de asedio, porque el último rey musulmán, Boabdlil rindió la ciudad sin derramamiento de sangre.

Lo cual trajo unos cuantos años de paz a todo el antiguo reino nazarí, sin embargo, la paz duró poco ya que, en el año 1.568 en la comarca de la Alpujarra, muy próxima a la costa granadina y a Almuñécar y a La Herradura, se produjo la llamada Rebelión de los Moriscos, contra la Pragmática Sanción de 1.567 impuesta, que conllevó el levantamiento de toda la población musulmana que aún vivía en la actual provincia de Granada y parte de Málaga y Almería.

La cual fue sofocada militarmente por Don Juan de Austria tras varios años de luchas y escaramuzas militares.

Siendo la consecuencia inmediata la expulsión y deportación de toda la comunidad morisca, que quedaba aún por toda la zona, lo que supuso un gran vacío demográfico que tardó muchos años en recuperarse.

Pero también el triunfo de los cristianos marcará el inicio del Estado Español y de muchos viajes, descubrimientos y un nuevo aire de modernidad en el arte y la economía de la ciudad sexitana.

En Almuñécar su economía se basaba principalmente en la agricultura, especialmente el cultivo de la caña de azúcar, y progresivamente a lo largo del siglo XVI se fue derivando al sector terciario con el comercio marítimo.

Además, su legado monumental se verá engrandecido con el comienzo del nuevo gobierno cristiano con la construcción de uno de sus actuales símbolos, como es la Iglesia de la Encarnación.

Para ello importantes arquitectos y artistas del Renacimiento irán llegando a la ciudad a lo largo del siglo XVI, los cuales contribuirán activamente a su construcción, este templo cristiano fue diseñado por Juan de Herrera y construido por Ambrosio de Vico con una esbelta torre acabada en un chapitel de Diego de Siloé.

Y finalizadas sus obras de construcción en el año 1.600 es la primera obra arquitectónica protobarroca de España.

Así mismo en Almuñécar encontramos otro importante monumento y símbolo de la ciudad más antigua del Mediterráneo español, como es el Pilar de la Calle Real, que es un conjunto escultórico construido sobre una antigua canalización de época romana.

Posteriormente bajo el Reinado de Carlos I, el viejo castillo árabe fue remodelado y puesto bajo el patrocinio del arcángel San Miguel, siendo esta su actual denominación, además también se le realizó una importante obra constructiva ya que, a instancias de este rey, se levantaron una serie de torres y se excavó un foso a su alrededor.

También hay que destacar que, en la bahía de La Herradura, a mediados del siglo XVI se produjo el trágico naufragio de la Armada Española, concretamente el día 19 de octubre de 1.562, cuando 28 barcos al mando de Don Juan de Mendoza que transportaba provisiones y a muchas familias de soldados destinados en Orán, fue sorprendido por un fuerte temporal que hizo chocar a las galeras contra los arrecifes y desfiladeros colindantes, provocando su hundimiento y la muerte de unas cinco mil personas.

En su recuerdo se erigió un monumento que hoy podemos encontrar en la entrada a La Herradura en el Paseo Andrés Segovia.